Una señora tenía un nieto al que llamaba Diploma

Una señora tenía un nieto al que llamaba Diploma.

Diploma para acá, Diploma para allá; Diploma ven aquí…

Un día alguien le preguntó:


– Señora, ¿Por qué llama usted Diploma a ese niño?


Ella le contestó:
– Porque mandé a mi hija mayor a estudiar a la ciudad y eso fue lo que me trajo.