Una rubia sufrió una abolladura en su coche y lo llevó al mecánico.
El mecánico, al notar que la mujer era rubia, decidió divertirse.
Entonces él le dijo que todo lo que tenía que hacer era llevárselo a casa
y soplar en el tubo de escape hasta que la abolladura saliera por sí sola.
Después de 15 minutos de esto, la amiga rubia de la rubia se acercó y le preguntó qué estaba haciendo.
Estoy tratando de sacar esta abolladura, pero en realidad no funciona”.
“Eh. ¡Primero tienes que subir las ventanillas!