Una rubia estaba de compras en Lousiana

Una rubia estaba de compras en Lousiana cuando vio un hermoso par de zapatos hechos de piel genuina de caimán. Entra en la tienda y pregunta el precio. 

El tendero dice: “$1000”


La rubia al no tener esa cantidad de dinero trató de regatear con el dueño de la tienda, hasta que el dueño finalmente se hartó y la echó de su tienda.


La rubia furiosa le grita al dueño de la tienda: “¡BIEN! ¡MANTÉN TUS MALDITOS ZAPATOS! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡


Conduciendo a casa, el dueño de la tienda ve a la rubia en un pantano local, hasta la cintura en las aguas turbias con una escopeta de dos cañones. 

Justo en ese momento ve a la rubia apuntar a un caimán cercano que toma una siesta y le dispara directamente en el estómago. 

Con gran esfuerzo, la observa arrastrar al caimán a la orilla, donde, para su sorpresa, media docena más de caimanes yacían muertos.

 Luego ve a la rubia voltear el caimán sobre su espalda. Luego, mirando, ve que la cara de la rubia se pone roja y la escucha gritar:

“¡Maldita sea! ¡ESTE COCODRILO TAMPOCO LLEVA ZAPATOS