Una mujer se despierta durante la noche y descubre que su marido no está en la cama.
Ella se pone su bata y baja las escaleras a buscarlo.
Ella lo encuentra sentado en la mesa de la cocina con una taza de café caliente frente a él.
Parece estar sumido en sus pensamientos, mirando fijamente la pared.
Ella lo observa mientras él se seca una lágrima del ojo y toma un sorbo de café.
“¿Qué pasa, querido?” susurra mientras entra en la habitación, “¿Por qué estás aquí abajo a estas horas de la noche?”
El marido levanta la vista de su café y dice: “¿Te acuerdas de hace 20 años cuando estábamos saliendo y tú solo tenías 16?”, pregunta solemnemente.
La esposa se conmueve hasta las lágrimas al pensar que su esposo es tan cariñoso y sensible. “Sí, lo soy”, responde.
El marido hizo una pausa. No le salían las palabras con facilidad.
“¿Recuerdas cuando tu padre nos pilló en el asiento trasero de mi coche haciendo el amor?”
“Sí, lo recuerdo”, dijo la esposa, sentándose en una silla junto a él.
El marido continuó: “¿Te acuerdas cuando me puso la escopeta en la cara y me dijo: ‘O te casas con mi hija o te mando 20 años a la cárcel’?”
“Yo también lo recuerdo”, respondió ella suavemente.
Se secó otra lágrima de la mejilla y dijo:… “Habría salido hoy”.