Una madame abre la puerta del burdel

Una madame abre la puerta del burdel y se encuentra con un elegante caballero de mediana edad.

– ¿Puedo ayudarlo?, pregunta la madame.

– Quiero ver a Natalie, contesta el señor.

– Natalie es nuestra dama más cara…

– ¿Y…?, mire yo debo ver a Natalie, replica él.

Cuando aparece la tal Natalie le explica al caballero que ella cobra 3.000 euros por la visita.

Sin pestañear, el hombre mete la mano en el bolsillo y le entrega treinta billetes de cien euros. Ambos entran en una de las habitaciones y al cabo de una hora el tipo sale silbando. La noche siguiente, el mismo caballero aparece nuevamente pidiendo ver a Natalie.

Natalie replica que es muy raro repetir dos noches seguidas y que si va a pedir descuento que ya se puede largar.

Nuevamente el hombre echa mano de sus billetes y le entrega otros treinta de cien. Como el día anterior, en compañía de Natalie, entra en una de las habitaciones durante una hora y luego se va.

Cuando aparece nuevamente una tercera noche consecutiva, nadie puede creerlo. Nuevamente le entrega a Natalie tres mil euros y desaparecen durante una hora.

Al salir, Natalie le dice al tipo:

– Nadie había usado mis servicios tres noches consecutivas. ¿De dónde es UD.?

El tipo replica: – De una ciudad de la comunidad de…

– ¿En serio?, contesta ella. Tengo familia en esa ciudad.

– Lo se, dice el caballero. Tu padre falleció y yo soy el abogado de tus hermanas. Ellas me pidieron que te entregara tu parte de la herencia: 9.000 euros. Buenas noches. Ha sido un placer.

MORALEJA: Ciertas cosas en este mundo son inevitables: la muerte, los impuestos y que te joda un abogado…