Una gallina entró en una biblioteca, se acercó al escritorio y dijo: ‘libro, libro, libro, libro’.
El bibliotecario le entregó un libro a la gallina y el pájaro se fue.
Diez minutos después, la gallina regresó, arrojó el libro sobre el escritorio y dijo: ‘libro, libro, libro, libro’.
La bibliotecaria le entregó a la gallina un libro diferente y la gallina se fue.
Diez minutos después, la gallina trajo el libro, lo arrojó sobre el escritorio y dijo: ‘libro, libro, libro, libro’.
El bibliotecario le entregó al pollo un tercer libro pero esta vez decidió seguir al pájaro.
Vio que el pollo se apresuraba calle abajo y se detenía en el estanque del pueblo,
donde había una rana sentada sobre un nenúfar.
La gallina le mostró el libro a la rana pero la rana meneó la cabeza y dijo:
‘léelo, léelo, léelo’.