Un señor conducía tranquilamente

Un señor conducía tranquilamente por la autopista cuando de repente un coche lo adelanta a 200 km/h tocando el claxon.

El conductor se lo toma a mal y empieza a acelerar pero no consigue adelantarlo.

Más adelante ve el mismo coche aparcado delante de un bar y a su dueño bajando de él;

entonces, bajando la ventanilla grita con todas sus fuerzas:
¡600 caballos!


Pero seguidamente se topó con una curva muy cerrada,

y como iba a mucha velocidad se cayó a un río que pasaba por un lado de la carretera.

El tipo de antes pasando delante del accidentado grita:
Qué, ¿Dando de beber a los caballos?