Un nuevo soldado estaba de guardia en la puerta principal.
Sus órdenes eran claras: no se podía entrar en ningún coche que no tuviera una pegatina especial en el parabrisas.
Un gran automóvil del ejército llegó con un general sentado en la parte trasera.
El centinela dijo: «Alto, ¿quién va ahí?»
El chofer, un cabo, dice: “General Wheeler”.
Lo siento, no puedo dejarte pasar. Tienes que tener una pegatina en el parabrisas.
El general dijo: “¡Sigan adelante!”
El centinela dijo: “¡Alto! No pueden pasar. Tengo órdenes de disparar si intentan entrar sin una pegatina”.
El general repitió: “Te lo digo, hijo, ¡sigue adelante!”
El centinela se acercó a la ventana trasera y dijo: «General, soy nuevo en esto. ¿Le disparo a usted o al conductor?»