Un día al regresar de la oficina

Un día al regresar de la oficina, mi hijo me aborda


Papi, papi, esta tarde te vinieron a buscar como mil cobradores.


¡Te he dicho más de un millón quinientas setenta y nueve mil veces, que no seas, tan exagerado!


Días después me esperaba en la sala


Papi, papi, ¿Tú estás a favor del desarme?
Claro, mijo.


¡Ah, es que, desarmé el computador!