Un ciego está sentado en un banco tomando el sol.
De repente se le acerca un perro y se le mea encima.
Entonces el ciego empieza a acariciarle el lomo, y un hombre que pasa por allí le dice:
– Pero oiga ¿cómo le hace mimos a ese perro?
¿Usted se ha dado cuenta de lo que le ha hecho?
– Sí, pero es que para darle la patada primero le tengo que encontrar la cola