Tres curas conversando del problema que tenían con los murciélagos en la parroquia y de como eliminarlos.
El primer cura dice: “Agarre un rifle, le disparé a todos los murciélagos, pero solo logré llenar de hoyos la parroquia”.
El segundo cura dice: “Yo les puse veneno y se fueron por un tiempo, pero regresaron con más fuerza”.
Y el tercero dice…
“Yo tengo la solución, los agarré a todos, los bauticé y los confirmé, y no los volví a ver jamás