Una rubia entra en una tienda de electrónica.
Al cabo de un rato, le dice al vendedor: “¡Me gustaría tener ese televisor de ahí arriba!”.
El vendedor le dice que no: “Lo siento, no vendo nada a rubias”. Pero la rubia es testaruda, va a la peluquería y se tiñe el pelo de castaño.
Vuelve a la tienda de electrónica: “Me gustaría tener la tele ahí arriba”. Pero el vendedor vuelve a decir que no: “Lo siento, pero no vendo nada a rubias”.
La rubia no se da por vencida y se tiñe el pelo de rojo en la peluquería y vuelve a intentarlo: “Me gustaría tener la televisión ahí arriba”.
Vendedor: “Lo siento, pero no vendo nada a rubias”.
La rubia: “Dígame, ¿cómo ha sabido que soy rubia?”.
Vendedor: “Eso de ahí arriba no es una tele, es un microondas”.
Traducción realizada con la versión gratuita del traductor DeepL.com