Pues resulta que un amigo le dice a otro:
-¿No me digas que ese cocho magnífico es tuyo?
-Bueno…. a veces
-¿Cómo que a veces?
-Si. Cuando está recién lavado, es de mi mujer. Cuando hay una fiesta en alguna parte es de mi hijo.
Y cuando hay que ponerle gasolina y pagar el seguro y las reparaciones…