Pasaba caminando un ciego, cuando de pronto se le acerca un ladrón y queriéndole robar,
pero el ciego no se dejaba, entonces el ladrón saca su pistola y le da un disparo al corazón, pero el ciego seguía en pie,
el ladrón intentó varias veces, pero el ciego aún seguía vivo, entonces el ladrón resignado y aterrado se retira,
cuando de pronto se acerca una señora que fue testigo del hecho le pregunta al ciego,
¿Cómo es posible que de tantos balazos en el corazón aún siga vivo?
Es que señora “Ojos que no ven, corazón que no siente”.