Mientras el avión atestado está a punto

Mientras el avión atestado está a punto de despegar, la calma es rota por un pequeño de 5 años

que escoge ese momento para hacer una tremenda rabieta.

No importa lo que hiciera la frustrada y avergonzada madre para calmarlo, el niño continuaba gritando furiosamente y pateaba los asientos alrededor.

De pronto, desde el fondo del avión se levantó un anciano general en uniforme,

con el pecho cubierto de condecoraciones, que caminó lentamente por el pasillo,

llegó hasta donde estaba el niño e inclinándose suavemente le dijo algo al oído.

De inmediato, el niño se tranquilizó, tomó la mano de su madre,

y se abrochó su cinturón. Todos los pasajeros empezaron a aplaudir. Mientras el general regresaba


lentamente a su asiento, una de las azafatas le dijo


Disculpe, señor, pero podría decirme qué palabras mágicas usó para callar a ese pequeño.


El viejo sonrió y dijo


Simplemente le mostré mis condecoraciones, y le expliqué que todas esas medallas

me autorizaban a tirar a un pasajero por la puerta del avión, en el momento que yo quisiera.