La imitaciones del amigo Serafín

Serafín era uno de esos tipos que siempre estaba haciendo alarde de sus supuestas virtudes.


Un día, en una reunión de amigos, aseguró que no había nadie como él para el arte de las imitaciones.


Desconfiado, uno de los presentes le pregunto:
-Y tú, ¿qué imitas?


-De todo, pero a los que mejor imito son a los gatos.
–Pero cualquiera hace <<miau, miau>>, tío.


–Ya, pero a que tu…. no te comes ratones ?