Hay un restaurante en Nueva Orleans que anuncia que te servirán lo que quieras, pero si no pueden, te regalarán 5.000 dólares como disculpa.
Un hombre que pasa por allí ve este mensaje anunciado en la entrada y cree que es una tontería, pero decide probarlo de todos modos. Entra y un camarero le lleva a una mesa. El camarero le pregunta: “¿Qué desea comer hoy, seño
r?”. Hombre: “Me gustaría comer una oreja de elefante y una magdalena, por favor” Camarero: “Dénos un momento”.
El camarero se marcha a la cocina. Pasan unos minutos y el hombre cree que va a conseguir 5.000 dólares fácilmente, ya que piensa que están tardando demasiado y que probablemente estén preparando otra cosa.
En ese momento, el camarero regresa.
Pareciendo un poco ansioso, el camarero pregunta: “Disculpe, señor, pero ¿le importaría decirme de qué tipo de elefante quiere esta oreja?”.
El hombre se queda estupefacto. No pensaba que llegarían a este momento. Hombre: “Uhhh… Un elefante indio está bien”.
Camarero: “Gracias.” El camarero vuelve a la cocina. 1 minuto después, el camarero vuelve de nuevo. Camarero: “¿Y de qué lado quería la oreja?”
El hombre empieza a sudar la gota gorda en este momento. Hombre: “Uhhhh… Oreja izquierda, supongo…”. Camarero: “Espléndido.”
El camarero se marcha de nuevo a la cocina.
El hombre está asustado, ya que no tiene ni idea de lo mucho que esta oreja le va a reventar la cartera. 5 minutos después, el camarero vuelve con una bandeja de comida y 5000 dólares para el hombre. Camarero:
“Aquí está su pedido, señor. Le pedimos disculpas, pero no nos quedan magdalenas por hoy.