Había una vez un hombre que se encontró una lámpara mágica, entonces la frotó y salió un genio.
El genio dijo al hombre:
Yo te puedo conceder dos deseos.
Y el hombre le contestó:
Quiero, estar rodeado de muchas mujeres bonitas, al ver cumplido su deseo dice asombrado: ¡Me quiero morir!
Y el genio dice:
Concedido tu deseo.