Había un hombre llamado Vístor

Había un hombre llamado Vístor, al que todos la calle le decían:
¡Hola, Vístor! ¿Cómo estas?


Y así, Vístor por ahí, Vístor por acá. Hasta que un día se aburrió de su nombre

y fue al Registro Civil a cambiarse el nombre, y le dijo a la persona encargada


Oiga caballero, sabe que me quiero cambiar el nombre.


¿Y usted, cómo se llama?


Vístor.
¿Y cómo se quiere poner?
Héstor