Esto es en un edificio en construcción que se hallaba una hormiga acicalándose, poniéndose guapa, así, peinandose, maquillandose,
un poco de rimel…
Pasa por allí otra hormiga y le pregunta:
– ¿Qué haces? ¿Por qué te acicalas tanto?
– ¡Calla, calla!, contesta nerviosa.
Es que al mediodía, he oído decir a los obreros, que ésta tarde traen….
¡al hormigón!