Estaba Pedro y la María en su casa, y Pedro le dice a la María.
Vos María, apágate la luz.
María le contesta:
Ay, no Pedro.
Pedro le vuelve a decir:
Vos María, que te apagues la luz, te digo.
María le contesta:
Ay no, vos Pedro qué me quieres hacer.
Así se estuvieron hasta que María le dijo:
Va, está bien Pedro, y apagó la luz.
Entonces, Pedro le dice:
¿Te gusta mi reloj fosforescente?