Una noche, un marido le preguntó a su mujer:
“Cariño, si me tocara la lotería, ¿me seguirías queriendo?”.
La mujer se lo pensó un momento y contestó: “
Por supuesto, cariño. Te echaría muchísimo de menos, pero te seguiría queriendo”.
El marido, desconcertado, preguntó: “¿Cómo que me echarías de menos?”.
Con una sonrisa de satisfacción, la esposa respondió:
“Bueno, ¡tendría que acostumbrarme a no tenerte cerca todo el tiempo gastando todo ese dinero!”.