Ese campo de golf en un día soleado

Ese campo de golf en un día soleado y repleto de jugadores.

En uno de los hoyos dos amigas lanzan la bola y observan como golpea con fuerza a un hombre que estaba en otro hoyo.


Al instante el hombre se lleva las manos a la entrepierna y gimiendo de dolor cae rodando por el suelo.


Nerviosas, acuden a socorrerlo y cuando llegan una de ellas grita


-Apártense, soy fisioterapeuta y sé como quitarle el dolor.


Sin pensarlo le desabrocha el panatalón, desliza sus manos en sus partes y comienza a masajearlo con cuidado.


– ¿Se encuentra mejor? le pregunta preocupada


Si, en estos momentos mi estado es es-pec-ta-cu-lar pero el dolor de la mano no hay quien me lo quite.