Era un señor que tenía unos gemelos, y uno de ellos era mudo.
El señor estaba triste porque el niño no podía expresarse,
por lo cual cuando ya estaba más crecidito lo llevó a otra ciudad para que lo operaran.
Cuando iba en el avión una señora ancianita empezó a pellizcarle las mejillas al niño,
haciéndole cariño, hasta que él se enojó y le dijo:
¡Vieja tonta!
El señor se alegró por el milagro de oír hablar a su hijo y llegando
a la ciudad donde iba le envió un mensaje (vía Internet) a su esposa diciéndole:
¡Vieja, el niño habló!
La esposa le responde el mensaje diciéndole:
Viejo Tonto, te llevaste al que habla.