En una reunión familiar, después de una espléndida cena,
el presentador se acerca al piano y empieza a tocar “Saudades de Matão”.
Unos minutos más tarde, uno de los invitados empieza a llorar profusamente.
— ¡Vaya, qué sentimental! — comenta un hombre a su lado.
— ¿Eres de Matão?
— ¡No! soy profesora de piano