El padre prometió a su hijo darle un paseo en helicóptero cuando cumpliera 5 años. Cuando el niño cumple cinco años,
no le queda mas remedio que obedecer a regañadientes. Ya en el helicóptero entra en regateo con un piloto para que le haga un descuento:
Ni tú, ni yo hermano, cinco mil pesos por el paseo.
A lo que el piloto contesta:
No señor, los paseos en helicóptero son caros así que si quiere el paseo son diez mil pesos.
El padre angustiado le dice que es el cumpleaños de su hijo y que no puede fallarle por lo que le pide que le haga un descuento.
Le propongo algo, dijo el piloto.
Si usted y su hijo soportan todas las piruetas que haga en el aire sin emitir un solo grito, el paseo es gratis.
No termina de decir esto cuando sube de un brazo a su hijo y acepta.
Después de largo rato de hacer acrobacias y no escuchar un solo ruido, el piloto decide dar el paseo formal a sus acompañantes verdaderamente asombrado.
Es increíble, nadie, nadie había aguantado mis acrobacias sin gritar. Entonces, el papá contestó:
¡Cierra la boca hermano que cuando se cayó mi hijo casi grito!