Durante un vuelo de Europa a América, el avión entra en una tormenta muy fuerte en medio del océano
y lamentablemente un rayo cae en un ala y la rompe, lógicamente el avión pierde control y empieza a caer,
los pasajeros al darse cuenta de lo que sucedía entran en pánico, al ver esto uno de los pasajeros que era sacerdote se pone al frente de todos y exclama:
Hermanos, tranquilos por favor, juntemos nuestras manos y digamos una oración para que Dios nos lleve al cielo,
y un pasajero de atrás le responde:
Sí padre, pero por favor, oremos rápido porque vamos en sentido contrario.