Dos mujeres viajan de noche a Barcelona. Después de un buen trecho
sin mediar palabra, una exclama…..
– No te puedes imaginar las ganas de mear que tengo!
– Yo no quería decir nada, -opina la otra-, porque estamos
llegando, pero tampoco puedo aguantar mas. Si encontramos un bar paramos.
Van pasando los kilómetros, y aumentando las ganas, pero el
dichoso bar no ha aparecido. Ante la urgencia de la situación deciden
parar en el primer sitio que encuentren. !!Un cementerio!!
No es el lugar mas idoneo, aun menos de noche, pero… Total, que cuando mas concentradas estaban las buenas de las señoras, se despierta el enterramuertos, por el ruido, y grita:
– ¿QUIEN ANDA AHÍ?
Se llevan un super susto. Ni bragas ni nada, allá que corren las dueñas de dichas prendas, suben al coche y arrancan a 200. Llegan sanas y salvas.
Unos días después se encuentran los maridos de las susodichas, ambos con aspecto descuidado, – ojeras, despeinados, la camisa arrugada, etc…- y ambos con cara de preocupación.
Habla uno:
– Sabes, sospecho que mi mujer me está engañando.
– ¿Por qué?
– La otra noche llegó a casa sin bragas.
– Pues, yo no tengo dudas. Mi mujer me engaña. Esa misma noche llegó sin bragas… y con una banda en el culo que decía…..
“Tus amigos de Logroño no te olvidan”.