Suena el teléfono a las 6 de la mañana en la recepción del hotel, y dice un borracho a la recepcionista:
Señorita, ¿Me puede decir a qué hora abren la barra?
Ella le contesta:
A las 5 de la tarde, pero déjeme decirle que con la borrachera que tiene no lo van a dejar entrar.
Y el borracho le contesta:
Si yo no quiero entrar, lo que quiero es salir, pues me quedé aquí anoche.