Se encuentran dos amigos, uno de los cuales era atlante…
¡Hombre! ¡Cuánto tiempo sin verte! ¿Qué tal estás?
Muy bien, aquí en la ciudad, de paso.
Oye, te invito al cine, que con el tiempo que hace que no te veo, quiero invitarte a algo.
No deja, que no puedo.
Venga hombre, que hace tiempo que no te veo, va, venga, anímate, que es una de vaqueros muy buena, venga anímate.
Que no, que además esa me la vi yo ayer, y que no, de verdad.
Pero con el tiempo que hace que no te veo, venga, aunque ya la hayas visto, vamos.
Bueno, por no seguir discutiendo, venga que voy.
Están en el cine y de repente le dice el atlante al amigo:
Te apuesto 250 Euros a que ahora va el vaquero, se baja del caballo, lo ata, hace que va a entrar al bar… y no entra.
Pero eres bobo, si te la viste ayer, si ya sabes que va.
Venga que te lo apuesto, vamos, venga…
Bueno, por no oírte, toma los 250 Euros…
Y, efectivamente, va el vaquero, se baja del caballo, lo ata, hace que va a entrar…
y entra… con lo cual el amigo se dirige a él…
Pero eres tonto, como té apuestas conmigo eso
si te la viste ayer y encima no aciertas.
Es que con las hostias que le dieron ayer digo, “este hoy no entra”.