Un hombre entró en la oficina de un terapeuta luciendo muy deprimido. “Doc, tienes que ayudarme.” “No puedo seguir así.”
“¿Cuál es el problema?” preguntó el doctor.
“Bueno, tengo 35 años y todavía no tengo suerte con las chicas.” “No importa cuánto lo intente, parece que solo los asusto.”
“Amigo mío, este no es un problema serio.” Solo necesitas trabajar en tu autoestima. Cada mañana, quiero que te levantes y corras hacia el espejo del baño.
Dite a ti mismo que eres una buena persona, una persona divertida y una persona atractiva. Pero díselo con verdadera convicción.
“En una semana, tendrás a las mujeres zumbando a tu alrededor.”
El hombre parecía satisfecho con este consejo y salió de la oficina un poco emocionado. Tres semanas después regresó con la misma expresión abatida en su rostro.
“¿No funcionó mi consejo?” preguntó el doctor.
“Funcionó bien.” Durante las últimas semanas, he disfrutado de algunos de los mejores momentos de mi vida con las mujeres más fabulosas.
“Entonces, ¿cuál es tu problema?”
“Yo no tengo un problema,” respondió el hombre. “Mi esposa sí.”