Un hombre paseaba por la calle con un león.
Un policía lo vio y le dijo – ¡Eh! No puedes pasear a ese león por aquí. Llévelo al zoo.
El hombre obedece y se va.
Al día siguiente, el policía vuelve a ver al mismo hombre paseando al león por la calle.
Creía que te había dicho que te llevaras el león al zoo.
El hombre contesta – Lo hice, y hoy me lo llevo al cine.