Una pareja fue a un restaurante de lujo. El camarero les preguntó qué querían pedir.
La esposa dijo: “Quiero el filete, por favor”.
El camarero se volvió hacia el marido y le preguntó: “¿Y para usted, señor?”.
El marido respondió: “Ah, lo mismo que mi mujer.
Yo también tomaré el filete, pero por favor, que el mío esté bien hecho”.
El camarero asintió y preguntó: “¿Y las verduras?”.
El marido miró a su mujer y dijo: “Oh, ella tomará lo mismo que yo”.