Un marido y su mujer discutían acaloradamente,
cada uno tratando de demostrar su punto de vista.
Finalmente, el marido exclamó: “Cariño, ¿por qué no acordamos no estar de acuerdo?”.
La esposa, con una sonrisa pícara, replicó:
“Oh, así que por fin empiezas a entender el matrimonio, cariño.
Llevamos acordando no estar de acuerdo desde el día que nos casamos”.