Once personas estaban colgadas de una cuerda debajo de un helicóptero: diez hombres y una mujer.
La cuerda no era lo suficientemente fuerte para cargarlos a todos,
entonces decidieron que una persona tenía que irse porque sino todos se iban a caer.
No pudieron decidir quién debería ser esa persona hasta que la mujer pronunció un discurso muy conmovedor.
Dijo que soltaría la cuerda voluntariamente porque, como mujer,
estaba acostumbrada a renunciar a todo por su marido, sus hijos y los hombres en general.
¡Tan pronto como terminó su discurso, todos los hombres comenzaron a aplaudir!