Un hombre estaba cortando la hierba en el jardín delantero de su chalet cuando su vecina,
una rubia muy atractiva, salió de la casa y fue directamente al buzón. Abre el buzón, mira adentro,
y con cara de fastidio lo cierra de golpe y reingresa a su vivienda. Un poco más tarde ella sale nuevamente de su casa,
otra vez va al buzón y, de nuevo, lo abre, luego de mirar en su interior, lo cierra golpeando ruidosamente otra vez.
Enojadísima, ella fue de vuelta a la casa.
Cuando el hombre se alistaba a terminar de podar el césped ella salió otra vez, marchó hacia el buzón,
lo abrió y luego lo cerró de golpe más duramente de lo que había visto en toda su vida. Movido por la curiosidad es que el hombre le pregunta: –
«¿Pasa algo malo?» A lo cuál ella contestó: – «Por supuesto que pasa… mi estúpido computador continúa diciendo: