Pues resulta que es un Tipo entra a un bar con su mono de mascota.
Mientras toma su trago, el mono se la pasa saltando de mesa en mesa, por todo el bar. Coge unas aceitunas de la barra y se las come, luego toma unos cacahuetes y se los come y por ultimo va, se
encarama en la mesa de billar agarra la bola numero 8, se la mete en la boca y ¡se la traga enterita!
El Cantinero le grita al dueño del mono: “¿Viste eso?”
-“¿No, qué?”, dice el dueño del mono.
-“¡Se acaba de comer la bola 8 de mi billar!”
-“Si, no me sorprende”, replica el cliente y dueño del mono. “El desgraciado se come todo lo que ve. No te preocupes que yo pago la bola y todo lo que se comió.”
Dos semanas más tarde llega el mismo cliente con el mono al bar; ordena un trago y el mono empieza a correr por todo el bar nuevamente. Mientras el tipo está tomándose su trago, el mono encuentra una cereza sobre la barra. La agarra, se la mete por el culo, la saca y se la come.
El Cantinero, asqueado, dice:
-“¿Viste lo que hizo tu mono?”
-“No, ¿que hizo?”, dice el cliente.
-“¡Se metió la cereza en el culo, la sacó y se la comió!”, dice el cantinero.
El dueño dice:
-“El mono sigue comiéndose todo lo que encuentra, pero desde que se tragó la maldita bola 8, ahora todo lo mide primero.