Un pastor alemán, un dóberman y un gato mueren y van al cielo. Se encuentran ante Dios que quiere saber en qué creen.
El pastor alemán dice: “Creo en el entrenamiento para la disciplina y la lealtad a mi dueño”.
“Bueno” dice Dios “entonces siéntate a mi diestra”.
“Y tú Doberman, ¿en qué crees?”
“¡Creo en cuidar y proteger a mi maestro!”, “¡Bueno, entonces siéntate a mi izquierda!”
Entonces Dios mira al gato y dice:
“¿En qué crees?”
“¡Creo que te sentaste en mi asiento!”