Un pequeño caracol ve a su amigo sin caparazón y asombrado le pregunta: “
¿Qué te pasó? ¿Por qué estás sin caparazón?”
El otro le pide que se vaya y que la siga a un lugar más apartado donde no puedan ser vistos.
Aquí, el caracol sin caparazón confiesa en secreto:
“¡No se lo digas a nadie, pero me escapé de casa!”