Una familia de caracoles formada por padre, madre e hija decide hacer un picnic y lentamente se ponen en marcha.
Tardan 5 años en llegar al parque elegido y justo cuando están a punto de comer se dan cuenta de que han olvidado el sacacorchos en casa.
En ese momento la hija del caracol se ofrece a ir a su casa a buscar el sacacorchos y le dice:
“Iré a buscarlo, pero espérame, no comas hasta que yo llegue, ¿de acuerdo?”
Los padres aceptan y esperan, pero pasan 10 años y empiezan a no tolerar más el hambre.
Así que intentan darle un bocado a la comida cuando el pequeño caracol sale de detrás de una piedra y les dice:
“¡Ay no! ¡Si haces esto, no iré a casa a buscar el sacacorchos!”