Después de jubilarme, mi mujer insistió en que la acompañara en sus viajes a Walmart.
Desgraciadamente, como la mayoría de los hombres, las compras me parecen aburridas y prefiero entrar y salir.
Igualmente desafortunado, mi mujer es como la mayoría de las mujeres: le encanta curiosear.
Ayer mi querida esposa recibió la siguiente carta del Walmart local:
Estimada Sra. Harris,
Durante los últimos seis meses, su marido ha causado un gran revuelo en nuestra tienda.
No podemos tolerar este comportamiento y nos hemos visto obligados a prohibirles a ambos la entrada a la tienda.
Nuestras quejas contra su marido, el Sr. Harris, se enumeran a continuación y están documentadas por nuestras cámaras de videovigilancia:
15 de junio: Cogió 24 cajas de condones y las puso al azar en los carros de otras personas cuando no estaban mirando.
2 de julio: Programó todos los despertadores de Housewares para que sonaran a intervalos de 5 minutos.
7 de julio: Hizo un rastro de zumo de tomate en el suelo que conducía al baño de mujeres.
19 de julio: Se acercó a una empleada y le dijo con voz oficial: “Código 3 en Housewares. Ponte a ello de inmediato”.
Esto provocó que la empleada dejara su puesto asignado y recibiera una reprimenda de su Supervisor que a su vez dio lugar a una queja sindical,
haciendo perder tiempo a la dirección y costando dinero a la empresa.
14 de agosto: Movió una señal de “PRECAUCIÓN – SUELO MOJADO” a una zona alfombrada.
15 de agosto: Montó una tienda de campaña en el departamento de acampada y dijo a los niños compradores que los invitaría a entrar si traían almohadas
y mantas del departamento de ropa de cama, a lo que veinte niños accedieron.
23 de agosto: Cuando un dependiente le preguntó si podían ayudarle,
empezó a llorar y a gritar: “¿Por qué no podéis dejarme en paz?”. Se llamó a los paramédicos.
4 de septiembre: Miró directamente a la cámara de seguridad y la utilizó como espejo mientras se hurgaba la nariz.
10 de septiembre: Mientras manipulaba armas en el departamento de caza, preguntó al dependiente dónde estaban los antidepresivos.
3 de octubre: se paseó por la tienda de forma sospechosa mientras tarareaba el tema de “Misión Imposible”.
6 de octubre: En el departamento de automóviles, practicó su “look Madonna” utilizando embudos de diferentes tamaños.
18 de octubre: Se escondió en un estante de ropa y, cuando la gente hojeaba, gritaba: “¡Elijame! PICK ME!”
21 de octubre: Cuando llegó un anuncio por el altavoz, adoptó una posición fetal y gritó. “¡OH NO! SON ESAS VOCES OTRA VEZ!”
Y por último, pero no menos importante
23 de octubre: Entró en un probador, cerró la puerta, esperó un rato y luego gritó muy fuerte,
“¡Eh! Aquí no hay papel higiénico”.