Esto era una rubia que iba en coche y de repente se ve envuelta en una terrible granizada que deja el coche lleno de abolladuras.
Lo lleva al taller y el muy vacilón del mecánico le dice:
– Tranquila guapa, esto si tienes tiempo en casa soplas por el tubo de escape y en nada se infla y se le van las abolladuras.
La rubia hace lo que le mandan pero no consigue nada. En esto que llega otra rubia y le dice:
– ¡Pero qué haces mujer!
– Nada, tratando de quitarle las abolladuras inflando el coche.
– Jaja, así no consigues nada amiga, tienes que cerrarle las ventanillas o se te escapará el aire.