Un señor entra en una boda sin invitación. Va directamente hacia el pastel de bodas,
y no tiene mejor idea que comerse los muñequitos que están encima del pastel,
sin darse cuenta de que eran de yeso hasta que los traga.
Corre desesperado hacia los baños y se encuentra a una viejita que le pregunta:
-¿Señor, no sabe si ya salieron los novios?
¡Estoy en eso!