Llega un señor a su casa luego de trabajar y encuentra a su mujer llorando
desconsoladamente, entonces le pregunta por qué llora y la mujer le dice:
Es que preparé unos pastelitos para ti y el perro se los ha comido.
A lo que el hombre le responde:
No te preocupes y ya deja de llorar mujer, total, el perro ya estaba viejo.