Un matrimonio atlante se paseaba sobre un puente.
De pronto, el marido divisa un almendro lleno de almendras justo debajo del puente.
Baja a recoger las almendras y su mujer se queda esperándole en el puente.
Mientras él recoge las almendras, ella se pone a gritar:
¡Paquiñu, que me caigu!
A lo que el marido, desde abajo, responde:
Cáigate que yo te coju.
Pero Paquiñu que me caigu, insiste la mujer.
Caigate que yo te coju.
De pronto el marido va a poner las almendras dentro del saco que casi estaba lleno,
y ve con sorpresa que están muy marrones y le dice a su mujer
Paquiña, que buenas nos han saliu las almendras.
No Paquiñu, no, ya te decía yo que me caigaba.