Ella: Si yo muriera, ¿volverías a casarte?
El: ¡Claro que no!
Ella: ¿Por qué? ¿No te gusta estar casado?
El: Claro que me gusta.
Ella: ¿Entonces por qué no volverías a casarte?
El: Bueno, lo haría.
Ella: ¿Lo harías? (con cara decepcionada).
El: (Suspiro profundo).
Ella: ¿Domirías con ella en nuestra cama?
El: ¿Y donde si no?
Ella: ¿Cambiarías fotos mías por las de ella?
El: Me parecería adecuado.
Ella: ¿Ella utilizaría mis palos de golf?
El: No, es zurda.
Ella: – – – Silencio – – –
El: … Ouch!! ¡Mierda!