Dos psicólogos se encuentran a las diez de la noche luego de una ardua jornada de trabajo, en el ascensor del edificio.
Uno de ellos va todo deshecho, cansado, agotado, el otro, impecable, lleno de buen humor, sonriente y relajado.
Oye, no me lo creo de verte así, ¿Cómo haces para estar en esta forma luego de 14 horas de consulta con los pacientes?
Y le contesta el otro asombrado
¡No me digas que tú los escuchas!