La Policía detiene a un presunto ladrón, para hacerlo declarar lo cuelga de los pies
y le introduce la cabeza por varios segundos en una pileta con agua, inquiriéndole
¿Dónde está el dinero? ¿Dime dónde está el dinero?
Y así repiten esta acción varias veces, hasta que el detenido les dice a gritos
¡Busquen a otro buzo porque yo, no lo encuentro