Un cirujano muy conocido, cobra mucho sus visitas,
sobre todo a las personas acomodadas.
Cierto día pidió 40.000 euros a un acaudalado banquero por una delicada operación que tenía que efectuarle.
El paciente encontró el precio exagerado.
Eso tiene fácil arreglo, replicó el cirujano, puede usted ir a uno de mis colegas,
el doctor Pérez, por ejemplo, a éste sólo tendrá que pagarle la mitad,
o quizás menos de la mitad, es decir, usted o sus herederos.