Va una monjita por la carretera, cuando de improviso, su automóvil, comienza a fallar y segundos después se detiene a la orilla del camino.
Sor Maria, mira el tablero y se da cuenta que se ha quedado sin gasolina. Baja del vehículo,
y al ver aproximarse otro automóvil, le hace señas para que se detenga.
El conductor amablemente se detiene y le pregunta que pasa.
Me he quedado sin combustible, ¿Usted me podría dar un poco, para continuar?
Amablemente el Sr. busca una manguera y la coloca en el tanque, y recién allí se da cuenta que no tiene ningún recipiente donde poner la gasolina.
Hermanita ¿No tendrá usted algún frasco o envase?
La monjita busca y revuelve en el maletero, y solo encuentra una bacinilla ( bacinica) ,
pero ante la emergencia, con un poco de vergüenza, se la alcanza al hombre.
Ya llena hasta la mitad, este se la regresa, y emprende nuevamente su marcha.
Sor María saca la tapa del tanque, y comienza a volcar el contenido lentamente para que no se derrame.
Justo en ese momento aparece un camión por la ruta, y al pasar junto a la monjita, el conductor se asoma por la ventanilla y le grita a Sor María.
¡Hermanita, usted si que tiene fe, y cree en los milagros